Lo reconozco, cada vez invierto más tiempo en cuidarme. Sobretodo en pequeños gestos que todas podemos hacer diariamente y que se terminan notando casi sin esfuerzo.
Periódicamente, me tomo mi tiempo y convierto el baño de mi casa en mi propio spa casero. Una solución relajante, divertida y sobretodo low cost que me ayuda estar a intentar sacarme el máximo partido.
¿Quieres saber cómo hacerte un spa en casa?